Teo tenía días y todavía no se le había caído la pincita del ombligo, conservaba también el lanugo de su piel y la postura fetal.
Siempre me desplazo al domicilio del bebé para realizar los reportajes fotográficos de recién nacido, ya que me gusta respetar sus tiempos y no sacarles de su hogar, tienen que respirar paz y tranquilidad y así es la mejor manera.
Tampoco les adorno con cosas, me gusta su piel, sus gestos y cómo los papás sienten a ese bebé recién llegado.
Espero que os guste, tanto Teo como Víctor, el hermano que pasó a ser el hermano mayor siendo todavía un bebé.