En el reportaje de preboda de una pareja disfruto un montón porque siempre acaban siendo ellos mismos y perdiendo el miedo a la cámara, todos lo tenemos al principio.
Con Bea y Dani fue así, al principio se mostraron tímidos pero luego nos divertimos un montón y las fotos quedaron así de bonitas. La cosa fluyó y fueron ellos mismos, una pareja encantadora.
La sesión de preboda la hicimos en A Coruña, una ciudad maravillosa con unos paisajes increíbles que me encantó conocer.